Yo siempre he sido muy de picotear, de dulce. Como dicen por mi tierra: soy un laminero. Siempre pasaba por la pastelería "Facebook", y me quedaba mirando en el escaparate, entraba, cogía algún dulce y continuaba mi camino.
Eso, día tras día, crea adicción y sobre todo, crea una rutina que me gustaba y me apasionaba. Por la mañana, o por la tarde, o por la noche, yo........ siempre pasaba por mi pastelería y picoteaba algo. Siempre había un dulce nuevo, un nuevo "bombón" relleno, o un "bombón" de chocolate puro, o incluso algún hojaldre suculento, y siempre en buena compañía. En esa pastelería casi siempre había la misma gente, la gente del barrio, la de toda la vida, con la cual daba gusto compartir un rato mirando el mostrador de todos los productos.
Ni que decir tiene que las personas que la regentaban, eran y son, maravillosas; muy cuidadosas con sus productos, muy originales en sus presentaciones y ante todo muy profesionales en sus quehaceres.
Pero saben que, hace unos días que en esa pastelería sus dulces ya no son tan dulces; sus laminerias son menos laminerias, y sus bombones son menos bombones, su escaparate esta roto, incluso sus vitrinas desordenadas; eso si menos mal que los dueños son los mismos, sino pensaría que es otro de los muchos sitios que hay para hacer dulces; o que la habían traspasado a un grupo de chinos (no es menosprecio).
Hoy por hoy en esa pastelería, llamada "Facebook" hay dulces amargos, dulces que por fuera parecen bonitos y atractivos, y por dentro llevan almendras agrias y con mal sabor, ese mal sabor que lo producen productos y personas que no aportan nada, más bien lo contrario.
Por eso esa pastelería dejara de vender bombones, y si no vende no podrá producir, y sino produce sus dueños tendrán que cerrar el garito. Reitero que ellos no quieren cerrar nada, ni tienen la culpa de nada, ni de dejarlo morir, ni de dejarlo agonizar pero...... quizá entre todos (yo el primero), deberíamos aportar esos ingredientes que hicieron que NUESTRA PASTELERIA FUERA LA MEJOR.
Por eso me gustaría recuperarla, y verla en el esplendor de tiempo atrás. Y mientras ello no ocurra yo seguiré pasando por delante de su escaparate, viendo como aquello que fue ya no es, y recordando esas bonitas charlas con mis amigos mientras compraba mi "bombón", o mientras elegía un dulce para la comida del domingo.
Hoy me gustaría gritar a los cuatro vientos: ¡No me gustan los dulces amargos! ¡Quiero un bombón dulce!
Por favor recuperen esa tienda, su tienda, nuestra tienda.
P.D.: Hoy puede ser la tienda llamada "Facebook", mañana será nuestra asociación, nuestro colectivo, o nuestro sitio en común. Cambien el nombre por lo que quieran, pero por favor........ "Seamos dulces y no amargos"
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